Entre los asistentes se repartirá el texto impreso del escritor alcoyano, incluido en el libro ‘La trama inexplicable’, en el que se describe y comenta la obra del insigne artista del siglo XVII
El cuadro del pintor sevillano Diego Velázquez ‘La tentación de Santo Tomás de Aquino’ conservado en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela ‘oirá’ el jueves 4 de julio, a partir de las 12 horas, el texto del libro ‘La trama inexplicable’, del poeta alcoyano Juan Gil-Albert en una lectura colectiva.
Esta propuesta, organizada por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert (IAC), contará con la intervención de siete lectores que pondrán voz a la descripción y comentarios de la obra de Gil-Albert escrita sobre el lienzo que vio en 1950 en el Museo del Prado. Los participantes serán el director, el director técnico y la conservadora del museo oriolano, José Antonio Martínez García, Mariano Cecilia y Gemma Ruiz, respectivamente; el director de la Fundación Miguel Hernández, Aitor Larrabide; así como, la directora de arte, el subdirector de actividades y el director cultural del IAC, Juana María Balsalobre, Juanjo Payá y José Ferrándiz, respectivamente.
En el acto se repartirá además un opúsculo con el texto gilalbertiano y la reproducción del cuadro en la portada, que posteriormente también se entregará a visitantes del centro.
Sobre el cuadro
Aunque en un principio se habló de otros autores, la obra ‘La tentación de Santo Tomás de Aquino’ se atribuyó definitivamente a Diego Velázquez en los años veinte del siglo pasado (siglo XX) y algunos expertos historiadores hablan de ella como el antecedente de ‘Las Meninas’. Realizada entre 1631 y 1633, tras el regreso de Italia del insigne artista, se trata de una de sus pocas pinturas religiosas y representa el momento en el que Tomás de Aquino cae de rodillas amparado por los ángeles, tras rechazar la tentación de una mujer o una tentadora (aparece en su huida) con un tizón encendido, mientras un ángel le sostiene y otro va a colocarle el cíngulo blanco de la castidad.
Realizado por encargo para el colegio de Santo Domingo, el lienzo permaneció en el centro hasta que comenzó la Guerra Civil. El conflicto bélico lo pasó a resguardo en la Casa-palacio del Conde de la Granja y en 1939 regresó a la diócesis, que fundó el Museo de Arte Sacro donde se expone desde entonces, aunque en los años sesenta estuvo también un tiempo en la Catedral.
El cuadro ha sido solicitado en varias ocasiones para exposiciones internacionales sobre Velázquez. No sólo estuvo presente en la gran muestra del Museo del Prado en 1950 y 1990, sino que viajó a la National Gallery de Londres en 2008 y formó parte de la exposición de París organizada por el Museo del Louvre en 2015.